NANA es una pequeña gata pantera nacida también en el mismo polígono industrial donde convivía con sus compañeros y familia gatuna hasta que los recogimos por esas muertes tan crueles que allí se estaba cometiendo con ellos.
Creemos que puede ser de la misma camada de Marta y, al igual que ella, llegó siendo muy desconfiada. Pero ahora Nana está adaptada y aunque juega al “no voy a dejar que me toques” ella misma vuelve para seguir con su divertido entretenimiento de no dejar acariciarse. Pero después de varios intentos, es la primera en dejarse querer. A su forma, cuando y como quiera, pero ella sí ha entendido que las personas que cada día entran en su habitación a limpiar y a jugar, son buenas y le encanta pedir mimos a su manera. Se hace la dura, pero es todo fachada: Nana es una gata juguetona que no ha olvidado totalmente, pero igual que Marta es cuestión de días que se convierta en una fiel compañera. Necesita un hogar estable o una acogida temporal que quiera jugar con ella.

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