BLACKY llegó al refugio hace dos años, recogido de una mancomunidad donde estaban envenenándolos.
Blacky es un gato tranquilo y súper cariñoso, se pasa las horas en la ventana mirando todo lo que le rodea y soñando que habrá más allá de esas rejas.
Blacky se lleva bien con otros gatos y es ideal para piso pequeño o adoptante de cualquier edad, porque a Blacky le gustan todas las personas. El el primero que sale a recibirnos cuando entramos en su habitación. Blacky es un gato joven, curioso, al que le encanta dejarse querer, pero en el que nadie se fija. Y es injusto porque nadie pregunta por él...  

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