Corren tiempos difíciles por estos lares pero a pesar de ello me considero una mujer optimista. De hecho hay quien me acusa de militar en el optimismo y es por éso que me atrevo a afirmar que la mal llamada Fiesta Nacional, las corridas de toros, han muerto. Si, las corridas de toros están definitivamente muertas. Ahora solo falta enterralas y ése va a ser un trabajo que aún llevará un tiempo.

Soy consciente de que hago esta afirmación en un momento en el que este sangriento espectáculo parece que toma nuevos aires. La televisión pública ha vuelto a retransmitir uno de estos eventos después de seis años en los que habían sido proscritas de su parrilla por su violencia y por aparecer en el muy protegido horario infantil.
Y aún hay peores noticias: el gobierno considera que "los Toros" son un bien cultural y por tanto ha mantenido y aumentado las subvenciones a sus promotores al tiempo que el cine, el teatro, la música, el circo y los libros se quedan a verlas venir....
La barbarie taurina está dando sus últimos coletazos y ¡Ojo! Que esos son los que dan más fuerte y lo hacen precisamente por eso, porque saben que son los últimos.

Confieso que mi aversión a los toros es visceral y confieso también que en mi juventud fui algunas veces a la plaza, unas por compromiso y otras por curiosidad. Se por tanto, de qué hablo . Ahora lo recuerdo con horror y hasta me cuesta pisar una plaza cuando acudo a algún concierto.....considero que las corridas de toros no solo atentan a la dignidad del animal sino a la mía propia y a mi sensibilidad como ser humano y civilizado que pretendo ser.

No quiero entrar en terreno resbaladizo porque hay muchas opiniones y datos e incluso artículos y tratados que dan todo tipo de razones para que acabe ya este espectáculo sangriento propio de tiempos bárbaros pasados. Si por mí fuera, mañana mismo cerraba todas las plazas de España por decreto. Pero no soy Dios, ni maga, ni presidenta de ninguna comunidad ni nada de nada. Solo soy una persona anónima más que está dispuesta a aportar su granito de arena para acabar con esto de una vez por todas.

En mi opinión, el mundo taurino es antiguo, rancio, machista. Se da de tortas con la modernidad, la tecnología, las nuevas tendencias artísticas y este nuevo mundo que está surgiendo en el arranque del siglo XXI y que lo está poniendo todo del revés. Pero también he de decir que en España continua habiendo mucha gente machista, rancia, antigua, atrasada, violenta e interesada económicamente en las ganaderías de toros bravos y todo lo que gira a su alrededor hasta llegar a la plaza. Hoy son ya minoría y creo firmemente que la educación acabará por extinguirlos.

Como decía, los toros han vuelto a la televisión pública pero observemos cómo han vuelto. Los toreros han cedido sus derechos de imagen, la retransmisión no ha dado dinero a los empresarios y el público ha sido llevado en autobuses e invitado en gran parte para que pareciera que había lleno en el festejo. Dicen que la audiencia fue solo suficiente, ¡Después de tanta publicidad!, y aquí está la piedra de toque. Las audiencias mandan , el dinero manda y si estas son negativas, ni las subvenciones van a ser capaces de mantener la programación. Tengamos un poco de paciencia que lo que no puede el raciocinio lo consigue el dinero. Esta es la sociedad en laque vivimos.
Es una evidencia que lo lo que llena recintos y da dinero es el futbol, el tenis, el baloncesto, los macro conciertos. Basta ya de querer hacernos comulgar con ruedas de molino.

Por último quisiera dejar de manifiesto que la sensibilidad también se educa. Hemos dejado de tirar al suelo papeles y cabezas de gamba, nos ponemos el casco en la moto y el cinturón de seguridad en el coche, no fumamos en los restaurantes y la violencia de género es vista con espanto, todo ello dicho en general y sabiendo que hay innumerables excepciones. Se que igualmente conseguiremos terminar con las corridas de toros.

Os invito al optimismo y a la lucha activa.
elacolumna